La naturaleza sabe elegir.
¿Y tú?
La trucha elige el río por sus aguas. Y lo convierte en su hogar.
Y el águila elige la trucha que le servirá de alimento haciendo que el ciclo natural se mantenga en perfecta armonía.
Finca Rodma Selección
La trucha.
La trucha eligió vivir en las aguas únicas del río Duero, cuya ribera concede las características tan especiales a nuestros viñedos creando las condiciones perfectas para un terroir exigente y lleno de personalidad.
Finca Rodma Avizor
El águila
El águila eligió su hábitat en la misma zona de nuestros viñedos, a una altura considerable sobre el nivel del mar que forja el carácter indomable y exquisito de una uva y, por ende, de un vino incomparable.
Gran Rodma
La unión.
El águila eligió que la trucha sería su presa, haciendo que el ciclo natural se mantenga latiendo en perfecta armonía en pleno corazón de la ribera del Duero. Al igual que nosotros elegimos, una a una, cada uva que produce este vino tan extraordinario.